martes, 14 de octubre de 2014

TALLA XXXS

En una sociedad, que cada vez está más globalizada, es lógico pensar que la difusión de los diferentes aspectos de la vida entre los distintos países sean muy rápidos. Debido a esto, los países desarrollados tienden a tener las mismas características en cuanto a la alimentación, a la moda, a la oferta cultural y  por supuesto a la belleza.

A lo largo de la historia se han seguido unos cánones de belleza que distan en su mayoría de los actuales. En este momento, vivimos en una “cultura de la delgadez” que se nos ha ido inculcando, principalmente, desde la televisión, las redes sociales y la moda.

En los últimos años nos hemos cansado de leer y/o escuchar polémicas relacionadas con las modelos o con los diseñadores más famosos del momento.

Karl Lagerfeld, opina sobre el debate de la delgadez en las modelos. "Las mamás gordas que se sientan frente al televisor con sus bolsas de patatas fritas son las que dicen que las modelos delgadas son feas... Nadie quiere ver mujeres gordas".

La Cadena J. Crew decide instaurar la talla XXXS (equivalente a una 26 en España)."Vivimos en un país que promueve la anorexia y la vergüenza por los cuerpos de las mujeres", señalaba esta semana una clienta de la cadena al Daily News.

Dejando a un lado el tema de los famosos... Centrémonos en nuestra vida. ¿No os ha pasado alguna vez que vais a diferentes tiendas en busca de un pantalón y que en cada una tienes que probarte distintas tallas porque no coinciden? Este hecho no se produce porque vuestro cuerpo haya cambiado en el tiempo que os llevó desplazaros de una tienda a otra, sino que se debe al fenómeno conocido como vanity sizing. El vanity sizing o “inflación de la talla” es una medida aplicada por diferentes empresas de la moda para que la persona que compre su ropa se siente más contenta por el hecho de llevar una talla más pequeña. Sin embargo, lo que consiguen es que,por un lado, nos cueste buscar la talla que se asienta a nuestro cuerpo, ya que nos tenemos que probar muchas de diferentes tiendas para dar con ellas y, por otro lado, que nunca nos quedemos felices con nuestra talla porque no consideremos que es la adecuada.

En mi opinión, la felicidad no se encuentra en la aprobación de los demás, ni en parecerse más a nuestro famoso preferido, ni en la talla de ropa que cada uno lleva, sino en aquellos momentos del día a día que nos pueden sacar una sonrisa, e incluso hacernos reír, por muy dura que haya sido la jornada.


Os animo a disfrutar de cada momento sin cuestionaros que podrá decir la sociedad de ello, ya que en el fondo, lo que nos gusta y nos hace felices, está dentro de nosotros.

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